
Carlos Carrascal
Era Jesús consciente
De su poder acaso, cuando curó
En segundos
El ala fracturada del ruiseñor entonces ?
O solo percibía, como un aura radiante,
El poder que su padre le trasmitía en silencio,
Como algo que era suyo
Desde siempre y por siempre ?
La tarde transcurría, serena, dulce y plena
Como todas las tardes iguales en la aldea
Y María su madre se entregaba amorosa
A recoger las prendas que secaba en la huerta
Cuando notó asombrada
Como su hijo arrobado, mimaba entre sus manos
La pequeña avecilla, que angustiada y maltrecha
Se retorcía angustiada con alas desechas
En el tupido espino.
En instantes apenas la angustia que era clara
Del animal herido, se convirtió en serena mirada
Escrutadora, y miró largamente, con cariño infinito
A ese niño amoroso que le había devuelto, salud
Y paz completas.
María pensaba en eso, en aquella mañana espléndida
Y dorada,
Cuando lucía radiante la novia en esa boda.
Sabía por convicción o por sueño divino,
Que su hijo lo haría.
Que trocaría en bebida el agua de esas jarras,
Estaban esperando por el toque divino
Que las convertiría, como estaba prescrito.
María no requirió, que escribieran lo oculto que ella sabía
Desde siempre,
Ella solo cumplía con su papel callado
De estar siempre a su lado
Hasta el postrer momento.

LA DUDA DE JOSÉ
La noche lo atropella y se pregunta
Quien habrá sido aquel, que sin notarlo,
Ha estado con su esposa, que es una niña aún
Y se confunde.
Las reglas le permiten rechazarla
Cuando en falta ella caiga.
Cavila, y se pregunta, si es mejor repudiarla.
Pero dentro de su pecho se le agolpa la pena
Y lo desgasta.
De pronto, y aturdiéndole los ojos
Una voz profundísima lo abraza, le deja casi ciego.
Y así lo emplaza: “ No dudes hombre bueno que la niña,
Pura y sin mancha, que tú has escogido, no ha faltado
Ni a su honra, ni a su casa.
Es tan grande y preciosa esa paloma, que
El Eterno
La ha escogido por esposa.
Seguirás siendo el padre que proteja la vida de ese Ser
Que en la mañana, irradiará con Luz más penetrante
Las almas de los hombres,
Más grandes y más buenos “.
No hay comentarios:
Publicar un comentario